sábado, 27 de diciembre de 2014

Yo tengo el medallón de la serpiente
que baila al atardecer en los bosques del ocaso
y saca su lengua silbante
cortando vientos y esperanzas.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Morir borracho en tu hogar
¡qué muerte más dulce fuera!
Con un tritón a mi vera
¡qué suerte verla llegar!

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Me acogiste en tu buen lecho
de algas, rocas y angelotes.
Por tu piel, barcos y botes,
azul y sal trecho a trecho.

Yo sé de lo que te han hecho,
por oro horadan los zotes
rocas que seguro notes
en las venas de tu pecho.

Mi alma se la comió un buitre
y ahora el viento me separa
de tus besos de salitre.

Me salió esta historia cara
al pescarme tú en tu vitre
de las aguas que yo amara.
Grave, nos dijo el azteca:
"él es barba, creador".
Definió así a nuestro amigo,
bajo ascuas de fuerte olor.
Oye mi llamada, templo
de los mares. Oye mi
canto, mi llanto, mi espanto;
mar donde yo viví.

Mar de sal, dueña de los
tritones, fondo arenoso,
nunca pensé en tu abandono
dentro de tu hogar acuoso.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Feminismos

Estas semanas se han celebrado en la Facultad una serie de eventos "contra la violencia de género". Un ejemplo de estos eventos es, por ejemplo, la distribución de carteles y mensajes colgados en varios lugares. Los mensajes consisten en citas machistas que supuestamente se repiten en nuestra sociedad. Uno de ellos dice: "¿Aprobaste? Te dolerán las rodillas". También hay una imagen de la princesa Jazmín, de la película Aladín, con los ojos morados y la cara llena de golpes, acompañada de las palabras "creíamos que éramos princesas".

No voy a poner en tela de juicio el obvio maltrato físico y psicológico que ejercen muchos hombres hacia sus respectivas mujeres en nuestro país. No voy a dudar del gran problema social que representa esto. Pero no puedo quedarme callado en ciertas cosas.
El problema que yo veo, es el enfoque y la focalización victimizadora hacia la mujer. Ojo: por supuesto, la mujer maltratada es SIEMPRE una víctima. No es a eso a lo que me refiero. Me refiero a que, por el afán de solucionar el problema, parece que se ha perdido un poco de perspectiva. Yo no oigo ni he oído nunca a ningún hombre decir eso de "te dolerán las rodillas". Al menos nunca he oído un comentario así que no fuera broma (y sobre las bromas y el "sexismo" ya hablaremos otro día). Por supuesto, habrá hombres que hayan hecho ese comentario alguna vez. Pero, ¿es esta una afirmación lo suficientemente común y relevante como para colgarla de una pared de la Facultad con el propósito de prevenir el maltrato? Creo que no.

Estoy muy a favor de que se prevenga cualquier tipo de maltrato. Pero este tipo de prevenciones, que demonizan obras de ficción (de esto ya hablaremos también otro día) y se centran tanto en comentarios y actitudes machistas que parecen casi inventarse nuevas y rebuscadas formas de machismo, me parecen lamentables y me indignan.

No hablemos ya de qué es lo que pinta el hombre en todo esto. Aunque bien es cierto que se intenta incluir al hombre en estos movimientos por la igualdad, enseñando que el machismo nos perjudica a los dos sexos, eso no quita que el planteamiento base siga siendo malo.
En otros contextos, me he cansado de oír las frasesitas "todos los hombres son iguales", "los hombres son unos cerdos", "los hombres son unos vagos y quieren que se les haga todo". Y ciertos tipos de corrupciones del feminismo (en este caso no me refiero al de la Facultad) no hacen sino meter leña al fuego.

Pero hace tiempo que las cosas cambiaron y no tiene sentido tomar "medidas de prevención" tan desproporcionadas. Si quieres hacer una campaña antiviolencia de género, no estaría de más hablar también, de manera paralela, del abuso que cometen algunas mujeres hacia los hombres. Hay pocos casos, desde luego muchos menos que casos de violencia de hombres hacia mujeres, pero los hay. Seguramente más de lo que pensamos. Esto ya es harina de otro costal, pero las leyes de este país siempre benefician a la mujer en casos de maltrato. Esto puede causar situaciones tan divertidas como que una mujer invente que ha sido maltratada y su marido sea penado por ley (entendámonos, no digo ni que todas lo hagan ni que no haya casos de maltrato real). Si un hombre ha sido maltratado por su mujer y decide denunciar, la mujer no tiene más que decir que fue él quien empezó.

Como el maltrato de mujer a hombre no está tan extendido, no tendría sentido darle más o igual importancia que el inverso, pero se podría tratar también, porque el problema existe.

No sé si esta campaña va contra la violencia de género o específicamente contra la que sufren las mujeres, pero sí he visto referencias en forma de cartelitos que dicen "contra la violencia de género" (sí, en general).
En cualquier caso, no me parece sana la pérdida de perspectiva que llevo viendo desde hace tiempo. Estas conductas no se separan mucho del hembrismo, o como se le conoce ahora, "feminazismo".
Igual que se habla de "micromachismos" en esos carteles, ¿por qué nunca oigo hablar de "microhembrismos"? ¿Es que no los hay? ¿Es que no son algunas de las exageraciones de esta campaña micro (o macro, incluso) hembrismos?

Es normal que algunos hombres (y también mujeres) empiecen a estar cansados de la situación.

No lo creo, porque no me rodeo de gente así, pero si después de leer esto todavía crees que soy machista o parte del "heteropatriarcado", es que tienes problemas cognitivos, y discutir el tema contigo será una pérdida de tiempo. Pero si no es el caso, siéntete libre de opinar. Me encantará que me hagas ver en qué me equivoco, y te contestaré. Eso sí, con tiempo.

martes, 25 de noviembre de 2014

Madre

Mira. Todavía hay un resquicio de un reflejo de sol. Ni el alba ni la noche han llegado aún. Ni el atardecer ni el día.

Me has mandado a mis hermanos vestidos de ellos mismos. Y su ulular y su respiración agitada, su correteo por las ramas altas, su mirada atenta. Y el murmullo infinito de tus olas...

Me cantas cada noche y siempre tienes un lugar en el que puedo reposar mi cabeza.
El lugar donde me corresponde estar, ¿cuál es? El lugar en el que me acogerán con bondad, ¿cuál es? El lugar donde siempre me oirán, ¿cuál es? ¿Con quiénes me corresponde estar? ¿Quiénes me acogerán con bondad? ¿Quiénes me oirán siempre? A veces me parece obvio. Los pariste con amor, y me miran atentos. Me huelen y me lamen, y me cantan y los oigo.

Pero ¿por qué? ¿Por qué parirme en piel de hombre, en una selva de asfalto y cemento y vidrio? Aquí nadie me entiende. Ni puedo ser libre, sino cuando veo que me miran y me huelen y me aceptan y me quieren, sin más razón que un pecho palpitante y una mirada bondadosa. Pero tampoco soy para ellos... ¿no?

Algún día se quebrará mi lamento y apuraré la última copa de lágrimas. Sé que tú estarás conmigo, como siempre. Tal vez entonces encuentre mi manada.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Fosa de las Marianas

La Muerte baila ballet
como en una cajita de música
en lo más profundo
de la Fosa de las Marianas.

Por su tutú negro
giran burbujas de tinta
y en bailarinas de cuero
mueve sus pies de madera.

La nada reposa en su baile
en lo más profundo
de la Fosa de las Marianas.

Podridos mis huesos
en el hospital
me bailará tranquila Mariana.

Quemada mi garganta
en mi cama traicionera
me bailará tranquila Mariana.

Quebrada mi cara
en la carretera
me bailará tranquila Mariana.

Fugados mis sesos
en la autopista
me bailará tranquila Mariana.

Yo ya he probado
el silencio eterno,
recuerdo la negrura
antes de llegar
al vientre de mi madre.

Yo ya conozco a Mariana.
Y su paz duerme tanto y es tanta
que no hay quien sienta paz
dentro de la paz
que gira por su tutú negro
cuando te baila Mariana.

Lamia (poemas de odio)

I

Te odio como a la Muerte.
Todo lo que tocas lo conviertes en hiel.
Tienes ojos
de serpiente
y tu piel desnuda
es un yermo en medio
del Pacífico.
Me pierdo en tus ojos.
Cómo me perdí
entre tus sábanas
manchadas
de lo caduco.
Tu egoísmo salvaje,
tu inmadurez.
Te creías una estrella
y eres
un agujero
negro.

II

Quiero sorber
tu alma
y lamer
tus pezones duros.

III

Eres una gaviota.
Vas de vertedero
en vertedero.
Te conocí en el mar
disfrazada de plumas.
Conocí en la solaz
de tu pico
la furia de mil mares.

IV

Te destruiré
o te asimilaré.
No somos
más que virus
en una madre
enferma.

V

Sufrí por tus
maneras.
No eres mi tipo.
Lo fuiste...
Aún me
embriaga
tu ponzoña.

VI

Envenenaste
mis venas.
Desgarraste mi vientre
y metiste tu cuerpo.
Te tragaste mis costillas
y luego fuiste
a por él.

VII

Como dicen por ahí,
tu pelo era miel arremolinada.
Nunca quise saber
que era mierda.

VIII

Voy por libre.
Mis mil huracanes
te auyentaron.

IX

Nuestra juventud
destruyó nuestro futuro.

X

Tu recuerdo
late de bondad.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Los cobardes no le temen a la muerte, sino a la vida. Los débiles le temen a la muerte y se aferran a la vida. Los trastornados temen a ambas. No temer a ninguna de los dos es lo que te hace fuerte.

Un arte amecánico.

De todos y contra todos.

domingo, 16 de noviembre de 2014

No sé,
putada.

Caballo desbocado entre mis costillas
corazón devorado a base de pesadillas.

El sablazo de la vida...
Me alegro de estar vivo
y jodido.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Se equivocaba

Prefiero consumirme
me consumo poco a poco.

El humo...
cera derretida...

Llama danzarina
calma.

Prefiero consumirme
poco a poco.

Prefiero la noche oscura
del alma
muerta
al vivo día
de sol tartariense.

Prefiero consumirme
a arder.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Desarrollo

El caballo jamás ha estado bien. Descansa sobre sus huesos cuando puede. Le fustigan y le hacen tirar del carruaje. ¿Dónde está PETA? ¿Y Greenpeace? Él no sabe nada.
Fustiga que fustiga el jinete, carga que carga el caballo. Bosques, prados, montañas, páramos, desiertos... Ha visto de todo ya. Él no sabe nada... Pero jamás ha estado bien. Galopa que galopa, carga que carga, corre, corre, el jinete cabalga.
La espuma sale por la boca del caballo. Se quiere pudrir sobre sus propios huesos.
Al trote, al trote, al galope. Trota que trota, galopa que galopa... La fusta... Descansar... Cuando puede sobre sus propios huesos.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Tachaba la palabra "fuerza" con fuerza y cuanto más la tachaba más se veía.

Vuestra enfermedad es muy buena.

Deseo

Quería parir sus ideas, como Nietzsche. Estaba cansado, cansado, ojos encendidos. Triste... Saturnino, devoraría a sus hijos. Luego sus ideas flotando en un arroyo subterráneo. Y él arriba...

Quería dormir hasta que se le pudrieran los ojos. Pobres gusanos. Quiere ser un ciego calmado.

Sueña con un monje franciscano que bebe agua. Casi toda se le derrama por fuera de la boca...
Tú crees en el tormento infinito avernal, y te agarras a crucifijos de mierda. Huyes de espíritus, demonios, y demás criaturas fantásticas, y hablas todos los días con tu amigo imaginario. Qué pena que no folles con gusto solo porque sueñas con nubes y angelitos después de morir.

martes, 11 de noviembre de 2014

La bruma

Me siento tan solo cuando no estoy a mi lado... Creo que necesitaré una brizna. Cuando no me siento a mi lado necesito una brizna.
Observo desde mi cápsula de vidrio tintado de iglesia. Nunca necesité gafas, pero mis ojos me engañaban. Me creí ciego y tenía mirada de conejo. Necesitaba una brizna.
Es todo muy complicado, quiero dormir y despertar dentro de un año, y luego viajar al pasado con el cerebro barrido.
Temo que mi cabeza sea un globo aerostático y congelarme en la estratosfera.
Me siento solo cuando veo en tus ojos pupilas de
robot y soy el único humano en esta ciudad de autómatas.
Cuando no te siento a mi lado necesito otra brizna.

Amo pensar que existe un cielo, pero no creo en él. Aunque sería maravilloso revivir cada época feliz de mi vida por una eternidad cada época. Suena esta canción, y vuelvo a preescolar. Y floto en el vacío hiperespacial, y no veo nada entre toda esta bruma.

El miedo me incapacitó porque yo lo dejé. Me creí cojo y corro más que ando. Necesitaba una brizna.

Ahora busco quimeras patológicas, veo la sombra de un gusano de seda con cara de máscara de gas y un apéndice de martillo enorme que brota de su espalda espinosa. No diré nada. Esperaré a que su sombra desaparezca mientras intento flotar en lagos de aguas calmas.

Quisiera que este mar de las brumas bajara, desvelando enterrados en la arena húmeda cristales de hielo de lagos calmos.

(Dibujo: https://www.facebook.com/maria.armas.737?fref=ts).

(Fotografía: http://www.clyc.net/stuff.htm).

Carta a una amiga

Querida amiga:

Me entristece que estés tan mal. Como no puedes salir del hospital, cazaré ranas, liebres, conejos y sapos para ti el día de la fertilidad. Quizá encuentre alguna rana de tres patas que se haya escapado de allá arriba. Si la encuentro también te la llevaré, seguro que te cura.

Hoy, día de la astucia, dedico sus primeras horas a escribirte esta carta. La semana pasada, el día del amor, decidí no salir con Antoine, no me apetecía beber alcohol e ir de antro en antro en busca de sexo. Preferí ir a la biblioteca, donde encontré mucha e interesante información acerca de las criaturas lunares de las que te he hablado. ¡Quién pudiera ir a la luna...! Cuando veo el mar, preñado de luces noctámbulas, me tienta zambullirme para abrazar la luna llena.

El día del tiempo construí una red resistente de vidrio color caramelo, que sin duda me ayudará en mi cacería. Lo que más me preocupa es manejar el candil en la mano izquierda mientras uso la red de vidrio con la derecha.

Esta semana no he podido ir a cazar, puesto que he tenido que trabajar duramente en la lechería. Ayer, día de la guerra, pude comprobar cerca del manzano que el escarabajo macho, de hecho, viola a la hembra, lo que me pareció una crueldad que, aunque resulta obvia dada la irracionalidad y carencia de alma animal, nunca deja impresionar.

Mañana es el día menos nefasto, como decía #######. Tal vez por eso lo llaman día de la luz. Siempre ha sido mi favorito, desde que leí esa célebre cita; por eso me llena de calma saber que, pese a sentirme desazonado por mi duro trabajo en la lechería, mañana encontraré un remanso de paz en el día de la luz.

Sé que estamos lejos, pero ya sabes que pronto iré a visitarte. Desde que me escribiste diciendo que tu enfermedad agravó, supe que tenía que buscar carruaje, y ahora que estás tan enferma necesito encontrar esas criaturas lunares. El día de la resurrección lo ultimaré todo: acabaré de construir las trampas que he ideado y prepararé mi bolsa de cazador.

Hasta pronto, no puedo esperar a verte sana otra vez. Que te mejores,

tu amigo Seth, a día de la astucia, onceava luna de la Era de Nefelair.

martes, 28 de octubre de 2014

Un viejo estudioso del cristal

Un estudioso del cristal, de la composición del cristal. Un viejo estudioso del cristal. Láminas de cristal encima de la mesa de madera vieja, tiene que haber algo, tiene que haber algo, ¿qué es el cristal? Es transparente y como vacuo... Un viejo estudiando las formas del cristal encima de un barranco de tierra y piedra, un muro natural con enredaderas, alto, alto. Caen piedras siempre, él arriba en su cueva.
Encorvado en una silla: ¿qué será el cristal, qué tendrá el cristal? Lo mira, lo mira de cerca con su lupa de cristal... ¿pero qué tendrá el cristal? Una vela arde en su mesa, la cera gotea, pasan las horas; en la mesa, el secreto del cristal...
¿Qué es el cristal? ¿Qué hay en el cristal? Es transparente y como vacuo... Estudia el cristal en su mesa de madera.

lunes, 27 de octubre de 2014

Balada náutica

Le decían Pacífico para sugestionar a los marineros y para tranquilizarlos en sus viajes, pero era el océano más tormentoso.
Simón esperaba ansioso la siguiente temporada de huracanes, la del 2015, porque era uno de esos cazadores de tormentas. Para él, el Mediterráneo era un lago, y los lagos no tenían olas. Siempre quiso ser marinero, por eso de pequeño fue de los niños que jugaban con patitos amarillos de goma en la bañera.
Tenía la barba blanca unida al bigote, era rechoncho y usaba anteojos. Era abuelo de un niño y una niña, y cuando lo iban a ver los domingos a su casa de la playa les contaba sus historias de viejo lobo de mar.
En el salón donde se sentaba en la mecedora a leer y a contar historias había todo tipo de cachivaches marinos: anclas, anzuelos, redes, arpones, corales, catalejos, e incluso timones.
Pero en el mejor estante del cuarto guardaba su mayor tesoro: una sirenita de cristal que encontró en el ojo del huracán Elida, y así la había llamado: Elida.
La mujer de Simón había muerto en un naufragio hacía unos años. Siempre quiso pensar que se convirtió en sirena, y que talló a Elida en las profundidades abisales del Océano Pacífico, para dejarla flotar justo por donde él navegaba.
También guardaba perlas, conchas, caracolas y botellas con mensaje. Traía cocos de islas desiertas y preparaba abanicos con hojas de palmera.
Antes de embarcarse esa mañana, coge una brújula y acaricia la cara de cristal de su sirena Elida. Cuando suelta amarras, silba una canción.

domingo, 12 de octubre de 2014

Era un martes por la tarde, y tú bailabas. Mechas rosas y un corazón de serpiente. Hablábamos de anuncios de compresas, de la canción del mundial y de que dejabas preguntas del examen sin contestar cuando calculabas un aprobado, por pereza. Ya nunca volví a ver la miel que bajaba por tu espalda.

Era un sábado por la tarde, y tú tardabas. Pelo negro y corazón de dragón. Hablábamos de las guerras con tu madre, de sudaderas de rock y de veranos que empezaban con una pizza. Ya nunca volví a ver el universo expandiéndose en tus ojos.

Era un domingo por la noche, y yo esperaba. Vello inerte y corazón sin bandera. Pensaba en el mar, en nodos del supermercado y en un tobogán del parque acuático. Ya nunca volví a ver sombra de vida en mis ojos.

Merma

Estoy sintonizado con grúas de metal. Sé que en alguna de esas me crucificarán en el amargo final. Para eso he nacido, de barro y heces, persiguiendo toda la vida lo que no puedo tener. Por la noche aún me sigo preguntando cómo debe ser tener lo que no me conviene tener.
Recuerdo cuando me castigaban encerrado en mi cuarto por no comerme la comida. Se hacían las cinco de la tarde y daban las campanadas de la misa, yo veía por la ventana la iglesia, quería estar ahí, encerrado en otra cárcel distinta.
Algunos podrán decir que he cometido un error, pero yo sigo mirando hacia atrás, hacia senderos ocultos. A todo lo que está conectado y es bello. Si el pasado es depresión y el futuro es ansiedad, el presente es estar jodido. Pero aún sigo queriendo lo que no puedo tener y aún sigo mirando hacia atrás.

(Basado parcialmente en parte de la letra de Kissing Families de Silversun Pickups).

sábado, 4 de octubre de 2014

Se recorren la ciudad
con maletín y corbata
te tocan y abres en bata:
son los testigos de Jehová.
Dicen que a su Santidad
no la siguen y en invierno
tocan madera de cerno.
Andan calles en verano,
sudados sus huevos y ano,
y te hablan de cielo e infierno.

jueves, 14 de agosto de 2014

Y maldeciré el tiempo por correr solo hacia adelante
que los años que se quedan atrás, atrás se quedarán
y tu anhelo de pasado nunca desaparece
entre calles y asfalto.

viernes, 28 de febrero de 2014

Atlanta

El invierno está partiéndose la garganta. Sus pulmones viejos se están llenando de savia. Atlanta se acerca a la carrera otra vez. Queda solo una luna para que el invierno vuelva a ser asesinado.
No me sienta bien que el invierno derrame su sangre sobre mí cada año. Porque luego todo el fuego de los cielos cae sobre mí, y se abren capullos de flores de duda y de culpa que creí marchitas.
La primavera nunca ha sido mi amiga... Al menos al principio. Pero siempre acabo olvidando que mató al invierno... ¡sucia puta! Ahora estoy lejos de olvidar lo que estás a punto de hacer. Te veo corriendo como un guepardo hembra, ¡ojalá tu corazón podrido se parara como el de estos felinos luchadores, tras un exceso de carrera! Pero no va a pararse.

Con el puto deshielo de arqueología congelada me estoy hundiendo, zorra enferma. ¿Quieres que celebre tu venida, con carrozas y disfraces? ¡Lárgate de aquí! Quiero hundirme en mis mantas y seguir olvidando lo que el tiempo mató. ¿Quieres que rebusque en el basurero de la conciencia?
Tus pájaros cantores tampoco me traen dicha alguna, sus canciones hablan de futuros negros y podridos, Atlanta, ¡hija de mil demonios! Quieres clavarme en una cruz de piedra, y darme vinagre cuando tenga sed. Quieres resucitarme al tercer día para volver a clavarme en una cruz de piedra y darme a beber vinagre cuando tenga sed. Quieres resucitarme al tercer día, y luego volver a clavarme en una cruz de piedra, y llenar mi garganta de vinagre cuando tenga sed. Quieres resucitarme al tercer día. Quieres clavarme en una cruz, de piedra. Y darme vinagre cuando pida agua. Quieres resucitarme al tercer día para clavarme en una cruz de piedra y darme vinagre si estoy sediento. Quieres resucitarme al tercer día. Quieres clavarme en una cruz de piedra...

miércoles, 19 de febrero de 2014

El fantasma de dentro de la pared

Soy el fantasma
de dentro de la pared.
Canto a oscuras
cuando nadie me ve.

Soy el fantasma
de uno que un día fue.
Mi vida era aburrida
pero se la contaré.

Soy el fantasma
de dentro de la pared.
Cante conmigo
si nadie le ve.

Soy el fantasma
del padre Gabriel.
Fui al monte una tarde
y me despeñé.

Soy el fantasma
de dentro de la pared.
Si mi canción es triste
cántela usted.

Soy el fantasma
de un cura con fe.
Lo hicieron obispo
y por celos lo maté.

Soy el fantasma
de dentro de la pared.
Escuche mi canción
hasta el amanecer.

Soy el fantasma
de un cristiano fiel.
Escondí su cuerpo
en la casa de Yahvé.

Soy el fantasma
de dentro de la pared.
Canto a oscuras
cuando nadie me ve.


jueves, 6 de febrero de 2014

Memorando de un exsuicida.

No hay ningún señor de barba blanca, pero después de un romántico suicidio en un nudo corredizo (las ganas de morir superaron mi torpeza congénita) me piden que escriba esto. Parece que la burocracia es interdimensional, porque si no, no van a dejarme entrar. ¿Y a dónde? Eso me pregunto yo. Tampoco recuerdo gran cosa de mi pasado, pero vale:

Mi ansia por tragarme Júpiter estaba grabada en tinta china. Recuerdo sobre todo los veranos, y estar metido en un avión de noche. No sé por qué se me ocurre sumarle diez a veintisiete, pero como creo que es importante, lo escribo. Recuerdo montar un caballo dentro de mis oídos, y un ejército marchando dentro de mi almohada, que mi hermana me presentó.
Te comparo con la araña, querida; te daban miedo, no te gustaban los bichos, no te pegaba; pero negros como dos arañas eran tus ojos y negra fue tu despedida. Siempre me pareció curioso que aquél a quien tomaste de la mano se llamara igual que yo.
"Las corrientes del tiempo son misteriosas". Eso leí, y qué bello es el Universo; pero lo quería todo para mí. En vida quería ir a otros mundos, a paraísos inefables; ahora que estoy muerto quiero ir a la vida, o morir otra vez, a ver cuál es el cielo del cielo, o el infierno del infierno. Me gustaba rescatar momentos que había vivido en el pasado y convertirlos en idolillos de Tara, porque parían nebulosas que crecían en mi cabeza y me drogaban haciéndome creer que flotaba a la lenta deriva de un mar de ciempiés de plata.
Me molesta pensar que nunca inventaran algo que desafiara la gravedad hasta el punto de negarla. ¡Cuánto me habría gustado ver una plaza con un templo griego flotando en medio del cielo de una noche de verano!... Ni siquiera eso lo veo aquí, pero su existencia detrás de mis párpados hace que sea un verdadero goce (casi sexual; de coito psicoemocional) no perturbado por las inclemencias de la realidad (la realidad es un estornudo, en seguida se nos va el placer, nos cansamos de ella como de comer tres días seguidos lo mismo).
Lo último que puedo decir es que la Torre Eiffel la pintaron toda como si fuera un lienzo, la pasaron por una licuadora, y ahí, en sus ondas, nos bañábamos todos; pero no soportaba ya nada, y vi un tutorial en YouTube sobre cómo ahorcarse. Y aquí estoy. ¡Espero ser seleccionado, o algo! Hablo con franqueza, porque le gané el pulso a la muerte precisamente cuando mi brazo se torció y chocó contra la mesa. No tengo nada que perder.

domingo, 19 de enero de 2014

Aire

Llévate mi aliento negro
en la penumbra.

Soy experto en capturar bostezos
con la mano
como un niño que captura
mariposas.

Llévate mi aliento negro
en la penumbra.

Ahora adicto
a beberme el alma mía;
tengo tendencia a morder fuerte
el pensamiento.

Llévatelo.

Rumio como las vacas anoréxicas
de la India
y me faltan hindúes
que se me arrodillen.

Llévate un suspiro.

sábado, 18 de enero de 2014

Nos separan

Me siento en el escalón de un nenúfar a ver péndulos de reloj congelados que bailan con la corriente. Me siento divergente, tengo la piel congelada y los huesos abanicados por el silbido del viento del invierno. Dime... En el fondo de la piel nunca encontré otra cosa que mi eco, otra cosa que otra ascua... Otra otredad. Y sin embargo, voy por la acera con las manos dentro de los bolsillos y con ganas de escupir cada hendidura, cada rectángulo con pegote de chicle que habrá mascado algún idiota cien años atrás. Dime... Porque nunca encontré tanto como me ofreces desde arriba, poco a poco meciéndote entre tus hermanos. Y me molesta esta bola hecha de pestañas doloridas que se asoma a joder entre mares de periódico todas las mañanas. Si pudiera esperar un poco más, podría verte beber en la corriente... Podría veros, de hielo, brillar con un frío del que nací amigo, azul... Rojo... No es como aquí. Siempre has sido mi amigo, colmado de todo, mundo, colmado de frío y luz; si acaso alguna vez me sentí parte de ti, entre tus piernas lascivas. Si acaso alguna vez me sentí parte de la turba asquerosa que contamina cada uno de tus poros, mundo, si acaso alguna vez me desperté con ganas de irme de excursión dentro de cada pecho de cada viandante.

Pero mundo, mi mayor placer es el de que te pongas tú arriba y me domines con tu melena negra al aire, mi mayor placer no es otro que oírte gemir a horcajadas sobre mí. ¡Qué placer, mundo, cuando camino por tus venas azules sin ver a cada germen volando a mis costados!... ¡Qué placer, mundo de luces, cuando los coches juegan a ser luciérnaga, y yo no me entero de nada!... En el frío de diciembre, mi yegua del lago, cómo me siento dentro de ti... Y no te ves en otro espejo que el de mis ojos de entre las costillas... Porque al final amo al espejo, mundo, amo mis ojos tristes de no verte al torcerme en cada esquina. Amo cada trozo de mimbre de la mecedora que reflejaba ondas de una tele vieja, y hablar de naranjas con mi abuelo, mientras tú y yo follábamos, mundo...

Mi mayor placer a veces es el de no quemarme las pestañas de tanto tragar copas de soles que nunca dibujé... Mis latidos son para ti como una aorta que late y se refleja en un suelo de espejo bajo un techo de espejo. Y tanto temo a la locura... Y tanto temo de supersticioso, intentando no ofender a fantasmas que no existen, pero me arrullas siempre... Y a veces puedo pegar mis dibujos infantiles del sol arriba del sol de pestañas rotas, y cómo arde el sol... Cómo brilla mi dibujo mezclado en el sol, que se derrite en el fulgor de un DIN A4. Soy muy mío, muy lobo, muy gato, voy buscando la luna y me gustaría flotar en los tejados, solo. No quiero contaminarme entre tanta sangre caliente, quiero permanecer frío y bien caliente y me mareo cuando me sacan sangre. Soy divergente y me hago mi casa de hueso en cualquier isla de mis entrañas, aúllo a cualquier barco de pasajeros o de mercancías, no sé si por amor o por muerte; pero me encanta lamerme bañado por la luna, y hace tiempo que mi manada soy yo.

En las escaleras de un nenúfar de periódico pasan algunos nadando, carpas bobas; se para una moto y la miro, no entienden por qué miro a las estrellas. Y esto no está hecho para mí, yo quiero hacer el Cristo en cada tejado. No puedo poseerte, dama yegua, pero llenas mi estómago vacío. Abstemio, me emborracho de soledad, y no entienden por qué miro las estrellas... Tienes muchos pretendientes que no van a dejar de ser sapos, Tierra, pero me amas... Envuélvelos a todos con tu azul, déjame hacer el Cristo sobre ti... No necesito a nadie más, quiero ser un anacoreta confidente de tus olas, quiero grabar en cada gota de tus mares mis amores, y morirme entre tus aguas de viejo, porque morir contigo es un dulce después de pasarme la vida mirando las estrellas. Soy divergente en un mundo que obliga a una loba de tetas asquerosas hecha ciudad a amamantarme, y amamanto a mamá loba dándole el séxtuple de la sangre que le bebo. ¡Quiero OTRO! Dormir...

viernes, 17 de enero de 2014

"El objetivo del arte es dejar como inmortal algo que ha sido hecho para morir".

M. Armas M.

Otro caballo

Se secaron las raíces del río. Y me llovía el agua empozada. Si todo es para mí lo habría elegido de otra manera, habría elegido de otra manera este regalo. Pero tú no eliges el regalo, ni eliges a quién regalar. Ni eliges a quién quitárselo. Tenía una pena muy grande, muy grande, vacía como una burbuja. No tiene relevancia entre las estrellas, ni entre las mías ni entre las tuyas. Tenía una pena muy grande, ganas de darle un abrazo al suelo que pisa la gentuza, que pisan los robots, suelo que pisan los buitres; y hoy no tengo más plumas negras que darte. No tengo plumas negras para darte; pero ¡qué pensado tenías el regalo aún sin saberlo! Aún sin ser... Y yo no tengo nada que darte... Pero soy... Nunca has sentido un árbol seco, como esos que a veces va la gente a buscar en Navidad a Malpaís, esas higueras, esos arbolillos secos; nunca has sentido un árbol seco. Y esa estrella mediana, esa estrella amarilla que supuestamente tú quisiste, vincula mi sangre a la suya. Y se va mi sangre entre las montañas... No tiene relevancia entre las estrellas. Y si de verdad fueras, ¡si de verdad fueras! Ya nos hemos bebido toda el agua salada de este mundo, y nos hemos hecho ristras de ajos en nuestros estómagos. Tú. Tú lo sabrías... ¿no? Si fueses... Pero es muy divertido hablar contigo... Conmigo...

A lo mejor no lo habría elegido de otra manera. El regalo... No es un caballo sin dientes. Pero tiene dentadura de abuelo y me enamoré de él desde el primer momento que lo vi. Y nunca quise soltarlo, ni cuando el verano imprimió en mi piel su blasón, entre las persianas asadas de madera. Y aún cabalgamos, yo encima de él, negro como la tranquilidad en las noches de cama con fiebre; él en un cielo perdido más allá de las nebulosas, más allá de mis ojos... Yo cabalgo encima de este caballo con dentadura postiza, y él galopa encima de mi espalda, él me pisa las cicatrices de cuando me quitaron toda la bilis del pulmón derecho, pero lo quiero... Y a veces nos da la brisa a los dos, en las crines, Ástor negro. Y somos libres... Soy tu dueño, y tú eres el mío, Ástor, con tus dientes de abuelo. Este regalo... A veces brillan, ¡cuánto brillan! mil luciérnagas en tus dientes de oro, y me pierdo entre tus recovecos, entre tus hojas con gotas de luz. Nunca cambiaría este regalo envenenado, este regalo que me has dado, tú, que no existes... Al final, no tengo tu voz. En las grutas me basta la mía. Me enamoré de ti, marrón y blanco, con una A de fuego en tus cuartos traseros, y fui mejor que cualquier otro. Cuando volví, unos veranos después, ese verano, ya no estabas, Ástor. Pero sigues galopando entre mis costillas, ahora negro y con un sol dentro de la boca. Desde que nací te me regalaron, Ástor, y no te cambiaría por nada... Eres lo mejor que he podido tener. No hay mejor regalo que el hecho con los ojos cerrados, como tu boca desdentada.

Y hay toda una cuadra por la que pasear, Ástor, todo un río... Empozado... Tenía una pena muy grande, pero no me van a tirar de tu grupa, porque tú eres la pena, tan grande, Ástor... Y tan a gusto me duermo oliendo tus crines de albor negro... Porque al sol siguiente, o a la luna siguiente, la sangre fluirá, Ástor, la sangre negra correrá encima de los balcones, encima de las azoteas de las abejas de cable y hueso, y trotaremos... Trotaremos hasta tierras frías de flora generosa, a ríos entre verdor, a nieve dentro de casa, ¡tan felices...!
Arranqué el río de raíz. Y me bebí el agua empozada.

(Ilustración por M. Armas M. https://www.facebook.com/maria.armas.737?fref=ts).

sábado, 11 de enero de 2014

La raíz del abuelo fue su último suicidio.

miércoles, 1 de enero de 2014

Mi lugar está ahí fuera. Siempre he sido un lobo que ha mirado arriba.