martes, 11 de noviembre de 2014

La bruma

Me siento tan solo cuando no estoy a mi lado... Creo que necesitaré una brizna. Cuando no me siento a mi lado necesito una brizna.
Observo desde mi cápsula de vidrio tintado de iglesia. Nunca necesité gafas, pero mis ojos me engañaban. Me creí ciego y tenía mirada de conejo. Necesitaba una brizna.
Es todo muy complicado, quiero dormir y despertar dentro de un año, y luego viajar al pasado con el cerebro barrido.
Temo que mi cabeza sea un globo aerostático y congelarme en la estratosfera.
Me siento solo cuando veo en tus ojos pupilas de
robot y soy el único humano en esta ciudad de autómatas.
Cuando no te siento a mi lado necesito otra brizna.

Amo pensar que existe un cielo, pero no creo en él. Aunque sería maravilloso revivir cada época feliz de mi vida por una eternidad cada época. Suena esta canción, y vuelvo a preescolar. Y floto en el vacío hiperespacial, y no veo nada entre toda esta bruma.

El miedo me incapacitó porque yo lo dejé. Me creí cojo y corro más que ando. Necesitaba una brizna.

Ahora busco quimeras patológicas, veo la sombra de un gusano de seda con cara de máscara de gas y un apéndice de martillo enorme que brota de su espalda espinosa. No diré nada. Esperaré a que su sombra desaparezca mientras intento flotar en lagos de aguas calmas.

Quisiera que este mar de las brumas bajara, desvelando enterrados en la arena húmeda cristales de hielo de lagos calmos.

(Dibujo: https://www.facebook.com/maria.armas.737?fref=ts).

(Fotografía: http://www.clyc.net/stuff.htm).

No hay comentarios:

Publicar un comentario