jueves, 13 de noviembre de 2014

Tú crees en el tormento infinito avernal, y te agarras a crucifijos de mierda. Huyes de espíritus, demonios, y demás criaturas fantásticas, y hablas todos los días con tu amigo imaginario. Qué pena que no folles con gusto solo porque sueñas con nubes y angelitos después de morir.

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