Preguntas todo eso en el interior de mi cabeza.
La felicidad es que no lo preguntes.
La cordura es saber que esa es la felicidad.
Por suerte, en esta vida, contamos con seres humanos que son como nosotros, que nos escuchan, nos entienden y nos apoyan. Si puedo tener la libertad de contar mis pensamientos y sentimientos a cualquiera, y siento su apoyo, entonces estoy feliz. Y la cordura no es más que otro invento absurdo. ¿Acaso no son felices los locos? ¿Por qué no iba a serlo un neurótico como yo?
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