Todo. Odias. Amas. Sufres. Vives. Sientes. Quieres. Deseas.
Pero, al final, está sólo en tu cabeza.
El futuro, el pasado.
Al final, está todo en tu cabeza.
La muerte.
Todo en tu cabeza.
Y es entonces cuando levantas la cabeza y miras al cielo. Y ves las estrellas. Y ves la negrura. Y ves la belleza. Y es entonces cuando la vida, tan corta, tan triste, tan sinsentido, cobra de pronto significado. Y entonces dices lo que quieres oir: ''Aquí soy feliz... así estoy feliz... Tumbado, solo.'' Mirando a las estrellas, solamente, hablando contigo mismo. Y no hay Dios ni hay muerte ni hay miedo. Sólo amor.
Amor por ti mismo. Y eso es la felicidad.
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