jueves, 29 de marzo de 2012

Un puerto anómalo.

Después de estar metido en un videojuego, probablemente diseñado por la madrastra impura, paseo por el puerto contigo. Hay un mercadillo paralelo al mar. Hay portaviones y barcos muy grandes que en la proa tienen artilugios enormes. Tú te sorprendes de verlos, pero yo sé lo que son, y te lo explico. Sirven para que los barcos, al llegar al muro del puerto, no choquen y causen desperfectos. Esos artilugios que sobresalen de la proa chocan primero con el muro del muelle, protegiendo así el barco. Pero el muro es muchísimo más bajo que los barcos. Además, los barcos no están de frente al muro, sino en paralelo a este. Seguimos paseando. Hay un avión. Sí, en el muelle. Es un avión para viajes entre las Islas Canarias. Pero es especial. Ese avión vuela más alto que los otros. Es ridículo, y hablamos de eso. Si vuelan más alto, perjudican más rápidamente a la atmósfera con sus gases. Además, ese avión es tan grande como un avión de vuelos internacionales, y en la parte delantera, justo delante de la cabina del piloto, tiene una punta larga, como si fuera un aguijón. Luego nos alejamos del mar y nos vamos metiendo en la parte del mercadillo, y nos vamos metiendo en la parte de la ciudad. Tal vez llegábamos tarde a algún sitio.

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