...y así, como pare la noche enferma estrellas,
paren ellas, a la luz de la sombra,
con su luz, tristes semillas
que en mi alma descosida se plantan.
En medio deste clima de emociones
tórridas y de lucha brotan, pues,
las plantas portadoras de desesperación y de pesar.
Y no es extraño que el vástago de ellas sea la confusión.
Y la confusión, más desesperación engendra. ¿Y a quién pare, también, la desesperación? ¡A la confusión, nuevamente! Oh, ¿qué me pasa...?
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