Tengo cáncer de alma.
Duermo cada noche
en los muslos de cualquier sirena
y me despierto al salpicar
de un mediodía de goma;
el sol en blanco y negro
contra el vientre del mar.
Tengo cáncer de alma.
Las algas
se me han pegado en los párpados
y en lo oídos
los cantos
de cualquier sirena.
Tengo cáncer de alma.
A veces animo al tiempo
y se hace bello;
cielo gris de farolas,
una manta para inseguros.
Tengo cáncer de alma.
Coger al cocodrilo
por los cuernos.
Casi salgo.
El horizonte se aleja más.
Tengo cáncer de alma.
Y agradecido.
Tengo cáncer de calma.
Pago tributo
con los párpados muy abiertos
a nosequé dios.
Tengo cáncer de cama.
A veces duermo en el suelo
sin sueño.
Tengo cáncer de amar.
A mí, mucho
algo dolerá.
Tengo cáncer de árbol.
Por los que no pueden hablar.
Tengo cáncer de libertad.
Tiéndeme entre barrotes.
Tengo cáncer de alma.
Duermo cada noche
en los muslos de cualquier sirena
y me despierto al salpicar
de un mediodía de goma;
el sol en blanco y negro
contra el vientre del mar.
Tengo cáncer de alma.
Las algas
se me han pegado en los párpados
y en lo oídos
los cantos
de cualquier sirena.
Tengo cáncer de alma.
A veces animo al tiempo
y se hace bello;
cielo gris de farolas,
una manta para inseguros.
Tengo cáncer de alma.
Coger al cocodrilo
por los cuernos.
Casi salgo.
El horizonte se aleja más.
Tengo cáncer de alma.
Y agradecido.
domingo, 29 de diciembre de 2013
sábado, 28 de diciembre de 2013
viernes, 20 de diciembre de 2013
domingo, 8 de diciembre de 2013
jueves, 5 de diciembre de 2013
La cruz que llevo clavada al hombro podría ser más pesada. Y la sangre que derramo podría ser más mortecina. Podría ser un millardo de veces más duro cada paso que diera, y más hiel pudiera haber probado mi boca soñadora de otros tiempos.
¡Pero qué cruz y qué clavo! ¡Qué brillante la sangre perlada de soles de mañanas muertas, y qué profundas mis huellas en estas arenas tórridas! ¡Qué amargo el beso de la vida en los labios!... ¡Qué cruz, Dios mío!...
¡Pero qué cruz y qué clavo! ¡Qué brillante la sangre perlada de soles de mañanas muertas, y qué profundas mis huellas en estas arenas tórridas! ¡Qué amargo el beso de la vida en los labios!... ¡Qué cruz, Dios mío!...
Arcana
En una nube de humo que tose rayos de sangre rápida encuentro nidos de materiales que la marea roja arrastró. No puedo dejar de buscar plumas negras en cada nido. Y círculos, y círculos, y círculos. Una y otra vez trazo círculos en la tierra podrida de la bahía con la tinta de los pájaros que anidan en la nube de humo.
Me duele la cabeza. Desvanecer no es siempre mala idea, como tampoco lo es aferrarse a mentiras o a imágenes religiosas perdidas en el basurero de nuestra conciencia. La locura no es siempre mala idea. Me pregunto si algún día todo colapsará. ¿Por qué ha de asustarme el colapso...? Desvanecerse no es siempre mala idea.
Y círculos, círculos. La bahía roja de angustia, de ira o de vergüenza está colmada de círculos. Cada nido esta rodeado por un círculo de tinta de pájaro negro. A lo mejor han muerto todos y solo queda madera de deriva. Y solo quedan sus plumas negras. Yo sigo trazando círculos.
Me duele la cabeza. Desvanecer no es siempre mala idea, como tampoco lo es aferrarse a mentiras o a imágenes religiosas perdidas en el basurero de nuestra conciencia. La locura no es siempre mala idea. Me pregunto si algún día todo colapsará. ¿Por qué ha de asustarme el colapso...? Desvanecerse no es siempre mala idea.
Y círculos, círculos. La bahía roja de angustia, de ira o de vergüenza está colmada de círculos. Cada nido esta rodeado por un círculo de tinta de pájaro negro. A lo mejor han muerto todos y solo queda madera de deriva. Y solo quedan sus plumas negras. Yo sigo trazando círculos.
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