recordé tus labios, tu piel blanca y suave
y de todas maneras
me seguí sintiendo mal por dentro
aunque jamás hubieras sido para mí.
De todas maneras,
aunque tú ya no quisieras saber nada de mí
soñé con tu regreso.
Y de todas maneras,
pretendí olvidar todo esto,
porque, al fin y al cabo, después de todo, y de todas maneras
nunca jamás has sido para mí.
Este poema si que me ha gustado.
ResponderEliminarMuy bueno, de verdad :)