martes, 28 de septiembre de 2010
lunes, 27 de septiembre de 2010
Lobo solitario
No puedo estar enjaulado. No puedo estar prisionero. ¿Pero qué es la jaula, y qué es la prisión...?
Todo está relacionado con los instintos, los sentimientos y la pasión... Unos instintos, por ejemplo, son los del amor, que hacen desear mujeres en el plano sentimental. Pero otros en cambio son instintos sexuales con todo tipo de mujeres. El primer instinto puede eclipsar al otro, de modo que me importe más amar y ser amado y ser ''esclavo'' que ser libre. Pero eso no dura mucho. Además, el amor depende de cómo percibas a una persona, por eso se dice que es ciego: puedes estar ''amando'' a una persona creyendo que es de una manera, y luego resulta ser de otra.
Todo es tan confuso, y tan heterogéneo, que no tardo mucho en desear la libertad. Por eso, prefiero estar solo, hacer el menos daño posible a las personas... Además, en lo tocante al amor, la mayoría de las veces acaba mal. Pienso que es una droga (producción de neurotransmisores en nuestro cerebro) y como toda droga tiene su parte ''buena'' y su parte ''mala''. La dependencia a una persona acaba limitándote demasiado. Y ya bastante me cuesta ser feliz estando solo. No soy maduro, al menos no al completo, y todo está demasiado desordenado dentro de mí. No sé quien soy. No sé que busco. A veces sí sé quien soy y sí sé qué busco. Pero luego resulta ser falso. Es así. Un cuarto desordenado. Más que eso. Una jungla dentro de una casa, que crece, que muta. Un mundo vivo.
Por eso he decidido ser un lobo solitario, para no hacer daño a nadie ni hacerme daño a mí. ''Qué bonito es el amor'', diréis algunos; ''y tú renuncias a él.'' Sí, cierto, es muy bonito, pero también te pudre, y hay muchas cosas más que no resultan tan nocivas para mí. Ni para los demás. La música es un ejemplo de ello. Mi guitarra siempre me acompaña, no importa cómo me sienta, ella siempre se deja acariciar, y podemos hacer el amor mientras yo deslizo mis dedos sobre su regazo. Y si algún día le pasara algo, la arreglaría o me compraría otra. No se puede ''arreglar'' una amante, tampoco te puedes comprar otra nueva si la pierdes. Así que sólo queda sufrir y olvidar, por medio de otras, por medio de la propia música, pero; a fin de cuentas, no se puede cambiar a una persona que ya has perdido, una persona que has querido. No se puede cambiar a una persona para que te vuelva a querer, para que sea como antes.
Por todo esto, implicarme emocionalmente sería como encontrarme con un clan, con una manada de lobos enemiga.
Soy un lobo, porque soy instintivo y destructivo, y soy solitario, porque quiero evitar hacerme más daño o hacer más daño a los demás. Soy un lobo solitario que, las noches de Luna llena recordará el amor, y puede que se sienta triste por dentro, pero, con un potente aullido, mitad de tristeza, mitad de confirmación personal, dejará claro que ése es su camino, y que está en el sendero correcto. Y todo camino tiene sus pros y tiene sus contras. Así que... Hora de cazar.