La noche es profunda,
y me ahogo en sus cielos obscuros;
cada una de las brillantes damas
de la bóveda eterna
se me clavan y me queman por dentro;
y enmudecida mi alma
grita por que la aboguen.
El cosmos intercede
llevando como las olas
mis lágrimas invisibles.
Y una risa se oye en algún rincón
de una galaxia.
¿Puedes oírla? Cierra mis heridas...
Es profunda la noche y hondas son sus mareas.
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